"...la galleta que solo servía para comer..."
"...la galleta que solo servía para comer..." de Richard R. Crown, del nuevo libro "Nunca existieron nubes, nunca existieron estrellas, solo hubo soledades perversas" México, 2021 © Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra.
...desde el punto de vista de la princesa, una galleta solo servía para comer, nada más...

...incluso una galleta escenográfica, fue deseada por una princesa protagónica...
Cuenta la historia, que existía una princesa de alcurnia y prestancia, de inteligencia cultivada entre letras de las mejores bibliotecas de la comarca.
A pesar de ser princesa y de solo requerir su intelecto para vivir en plenitud, también requería vivir experiencias humanas y de pronto, tuvo una idea, ¡sí!,una idea humana de comer una deliciosa galleta que fuera saboreada con el lujo de la latencia de la degustación. Total, solo sería una galleta para comer.
La idea del antojo de la princesa, derramó en evidencia manifestada con su sonrisa enfocada, su mirada perdida que imaginaba la galleta en un plato blanco de acabado de círculos azules... que decantaba en la idea de saciar el antojo.
Sensación de azúcar en los labios... demasiada tentación incluso para una princesa de alcurnia.
Rápidamente encendió el horno a 117 grados para precalentarlo, buscó la receta de las galletas de vainilla con centro de mermelada sin azúcar pero con azúcar glas espolvoreada... ¡sí!, la princesa de alcurnia degustraría una galleta con poca azúcar para sentirse princesa pero sería una experiencia humana con azúcar glas para sentir el cosquilleo en los labios de la también nombrada "azúcar impalpable"... sí, demasiado tentador para una princesa experta en las artes de repostería.
Y listo, golpe dramático, la princesa se comío la galleta, total la galleta solo servía para comer. La princesa vivió feliz pero la galleta tuvo final trágico y su tumba se perdió...
Tan, tan... mmm de acuerdo, me salté el párrafo lindo. Lo cuento a continuación.
Cuenta la historia que la galleta nació al salir del horno... lo primero que vio fue los ojos de la princesa de alcurnia en su mirada de deseo. La princesa se aseguró de la consistencia y de que la mermelada estuviera ligeramente rígida por fuera pero suave por dentro.
La princesa no dejaba de vacíar sumirada en la galleta recién nacida, tal vez amor o antojo de ser victimaria, ¡qué mas da!, los ojos de la princesa dilataron pupilas, y los humedecidos labios de la princesa vieron armar su sonrisa incólume que saciaría su antojo....
Sí, la galleta logró lo que ningún pretendiente promedio de la comarca, conquistar la debilidad de antojo de la princesa de alcurnia en su versión de princesa humana.
La galleta también se sintió especial, porque fue condecorada con azúcar impalpable, se sintió importante por haber sido horneada por la princesa, haber sido testigo de observar con detenimiento la mirada de ella, encuentro personal de deseo, manifestado con mirada de pupilas dilatadas y movimiento de labios humedecidos... la galleta se sintió romanceada, deseada y con ganas de saciar ese antojo de ella... y así, la galleta en estado hipnótico, acepto su destino...
De la galleta no se supo más, pero sabemos que la princesa de la hermosa mirada, sació su antojo dejando como evidencia azúcar glas en sus labios...